Comunión
fraterna

Las religiosas Agustinas viven en comunidad en su monasterio

Su misión primordial es vivir a diario la comunión fraterna a semejanza de las primeras comunidades cristianas. Buscan la unidad procurando vivir con autenticidad e integrar todas las dimensiones de su ser. Juntas, aspiran a esta unidad para alcanzar el bien común y perseguir un ideal para el mundo y para la Iglesia.

La unidad de los corazones y la amistad espiritual arraigadas en Dios se manifiestan en sus encuentros fraternos. Las atenciones mutuas, impregnadas de sencillez y cordialidad, permiten gozar de la dulzura de la convivencia. La primera misión de las hermanas agustinas es construir una comunidad en el amor.

«Vivid todas en unión de alma y corazón; y honrad las unas en las otras a Dios, de quien habéis sido hechas templos».

(Reglas de las agustinas, capítulo IV)